Cosmovisión cristiana

Cada cabeza es un mundo, ¿cuántas veces no hemos oído o utilizado esta frase? Se usa para referirnos a la diferente forma de pensar de cada persona.

Existen muchas opiniones acerca de tal o cual cosa, dígase de la moral, el entorno, o incluso

respecto a la humanidad. Sin embargo, de entre tantas opiniones, existe una verdad absoluta que sin duda ha sido objeto de controversia, devoción, fe, y hasta cambios a nivel histórico, La Biblia; de la cual a nosotros se nos ha dado el privilegio de comprender.

Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

1 Corintios 2:16

Y está claro que, teniendo ese privilegio, no debemos dejarnos llevar por las distintas ideas que deshonran a Aquel que nos llamó para anunciar sus virtudes.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento...

Romanos 12:2a

Para saber un poco más sobre esto, hablemos de cosmovisión.

La cosmovisión se refiere a nuestra interpretación del mundo, el concepto mental que una persona se forma acerca de la realidad y del todo.

Es un conocimiento que aprendemos en nuestra vida diaria, empieza desde que llegamos al

mundo, primeramente a través de nuestra familia, pero quienes también influyen en este proceso son las instituciones educativas.

Pero, si realmente nos importa la formación de la mente de nuestros niños, debemos preguntarnos ¿qué tipo de cosmovisión están recibiendo en las instituciones? Sabemos que esto dependerá tanto de las ideologías de su profesor, como del material educativo y la propia influencia de sus compañeros.

Y, haciendo un análisis de lo que la iglesia está haciendo por sus niños, en la mayoría de los casos podemos decir que se ha descuidado la educación integral. Es necesario educar a los niños con un entendimiento total de las cosas basado en una Cosmovisión Bíblica. No debemos confundirnos: escolarizar no es lo mismo que educar.

Lamentablemente la mayoría de la sociedad no se detiene a pensar en estas diferencias y en el impacto que esto trae a la vida de los niños. Mientras que la educación tiene sus bases en la

búsqueda de la verdad y la virtud; las cuales te conducen a la libertad. La escolarización: tiene sus

bases en la búsqueda de trabajo y reduce al ser humano a ser buen consumidor en una cultura materialista y subordinada a un gobierno central.

Erróneamente la educación se ha encargado a las escuelas, cuando este es el deber dado por Dios a los padres y a las iglesias. Debemos redefinir la prioridad de la educación de los niños.

En Fundación FUERSA estamos guiando a las iglesias para que puedan cumplir este propósito y ofrecer una educación integral con la que sus niños sean formados a un conocimiento, carácter y creatividad que honren a Dios.

Hoy estamos trabajando con un grupo de iglesias y queremos que ustedes también sean parte de esto. Si te interesa saber más, nuestro equipo está listo para asesorarte.

-Lili Cholula

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Ayudando a los niños y jóvenes a prosperar en Cristo